jueves, 17 de diciembre de 2015

Cuando el problema de la empresa es la empresa


A la hora de exponer un diagrama organizacional en una empresa, se viven momentos tensos. Jamás me imaginé antes de dedicarme a esto, el abanico de situaciones tan inverosímiles que puede llegar a darse, por parte de empleados y jefes, con tal de mantenerse en el error.

Somos un país de empresas familiares. Sin el apoyo de la familia, es difícil lanzar un proyecto serio, y si estas empresas logran llegar a un volumen serio, los problemas inherentes de este tipo de estructura, se intensifican.

Sin embargo, la mayor de las pesadillas, surge, cuando un miembro integrante de la dirección, con un arraigo especial en la empresa, más si es familia, es el problema en una empresa.


Se pueden encontrar ríos de tinta en internet acerca de esta situación, sin embargo, la solución perfecta, en un caso como este no la tiene nadie. A todos se nos ocurre una solución rápida y eficaz, pero también sabemos, que es muy raro que se aplique. Así que de repente, una empresa que quiere sanar, se encuentra con que ella misma es el problema.

Resolver las situaciones de este tipo, de hoy para mañana, es algo imposible... se puede delegar la labor de gestión de la empresa en un gestor interno, pero el problema continúa, por lo que yo recomiendo, hacer una refundación de los objetivos en común, y un acuerdo entre socios para respetarlo.

Ni de lejos es la solución definitiva, pero es el camino para comenzar la curación.

En otro post me meteré con los pactos entre socios, que es a mi juicio una de las asignaturas pendientes en las empresas, en función de una correcta convivencia, con unas personas con las que adquieres responsabilidades muy serias, y de que el proyecto pueda ser realmente viable, dado que al final, o los empresarios se ocupan de trabajar, o se ocupan de controlar a sus socios, pero las dos cosas a la vez es difícil.

Regresando al tema principal, una vez diagnosticado el problema, en manos de un gestor interno, y con una refundación del pacto, queda entrar a la normalidad de la empresa, y eso lleva más tiempo del que se piensa.

Encaminar las nuevas estrategias y acoger la dirección con agrado, es un proceso delicado en el que si se tuercen las cosas, se puede tirar por el suelo toda la operación.

Para lograr que empresarios con viejos malos hábitos recaigan en los mismos, es imprescindible que el gestor interno, haya logrado dinamizar toda la nueva estructura, a fin de crear un proceso de “inercia” que merme los recursos de volver a las andadas de los miembros más problemáticos de la empresa.

Las resistencias de los empresarios, se verán mermadas y anuladas en función del éxito de la empresa en el corto plazo. No hay nada como presentar una cuenta de resultados asociada a las nuevas acciones, para que la mayoría de los integrantes del proceso se integren y se sumen al esfuerzo común de corazón, para apoyarlo y hacer crecer el proyecto en común.

No se puede enseñar a reconducir una empresa en un post de un blog, obviamente, pero creo que a grandes rasgos se puede entender las vicisitudes del proceso con una empresa con este tipo de problemas.

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