sábado, 19 de diciembre de 2015

Vender empresas en quiebra


Ya he hablado, de lo que pienso del empecinamiento de los problemas de los empresarios con sus empresas.

Como dije en otro post, realmente, un empresario capaz, tiene como deberes, saber cuando tiene que cerrar su empresa, si es que esto tiene que suceder. Y antes de continuar con esto, me gustaría exponerlo de otro modo;

Imaginemos que tenemos una empresa que se dedica a la venta de golosinas, y vendemos caramelos y piruletas. En un momento dado, deja de ser rentable vender piruletas, y comienza ser mejor, vender chupacups, se deja un producto y se pasa al otro sin más problema, ¿cierto?

Las empresas salvando las distancias, son exactamente igual. Ya he comentado que tienen un periodo de vida determinado, no son eternas, y debemos de estimar los parámetros de rentabilidad a fin de saber cuándo son rentables tenerlas abiertas y cuando no.

Esto, la verdad, es que da para escribir mucho, pero como el tema del presente post es otro, ya abordaré otros aspectos relativos al cierre, y me centro en la venta de empresas en quiebra.

El mercado de las empresas, es muy diverso. Imaginemos un estante de de una tienda, llena de los distintos tipos de variantes de un producto, por ejemplo, calcetines: con distintas formas, con distintos diseños, en distintos materiales, en distintas tallas, con distintos embalajes, marcas, packs...
y hablamos de un sólo producto... bueno, con el mercado de empresas sucede lo mismo. Hay mercado para todo tipo de empresas, en diferentes situaciones.

El mercado de empresas en quiebra, existe, y es una de esas variantes del mercado mayor de compraventa de empresas.

La particularidad de una empresa en quiebra, es que estamos tratando con una empresa que puede adquirir dos cauces a partir de ahora: o “reparar” la empresa, “reflotarla” o cerrarla. Dentro de estos dos supuestos, también hay múltiples casos y opciones, pero, eso queda del lado del que compre. ¿quien compra este tipo de empresas? Eso son ya palabras mayores.

Emprender la aventura de vender una empresa en quiebra o con dificultades sin conocer el territorio que se está pisando, tiene su riesgo, y no hablo por hablar. Lo mejor que se puede hacer, es ponerse en manos de los profesionales que se ocupan normalmente de este tipo de operaciones. Existe un circuito de intermediarios, que está acostumbrado a trabajar directamente con grupos de inversores interesados en adquirir empresas quebradas o con problemas de forma regular.

En mi actividad profesional, cuando se trata de vender una empresa quebrada, o con deudas, cuento con el gabinete de Miriam de la Cierva, página web aquí que está especializado en este tipo de operaciones.

Así, este tipo de compraventas, tienen un cauce dentro de un mercado establecido, muy definido.
Aunque el asunto da para mucho, quiero quedar patente que si no se comenten actos profundamente anticomerciales, como desvariar en el precio, se pueden hacer este tipo de operaciones sea cual sea el estado de de la empresa a vender.

Por ejemplo, en el caso que la empresa, valga menos, que la deuda que porte, también se puede hacer una operación activo por pasivo. Este tipo de operaciones, consisten en realizar la transacción tomando el que vende la empresa, como pago, que se haga cargo d ella deuda y responsabilidades derivadas de la misma el comprador de la empresa, así, liberándose de responsabilidades y quedando libre para emprender otra, o atender las empresas “sanas” que tenga.

Como apunté anteriormente, el tema da para mucho, en los próximos días ampliaré más información.

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